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06.20.2014

Desórdenes vestibulares

El sistema vestibular es la parte del oído interno y el cerebro que ayuda a controlar el equilibrio y los movimientos del ojo. Cuando el oído interno y el cerebro han sido afectados por una enfermedad o un accidente, se pueden presentar desórdenes vestibulares.

Los desórdenes diagnosticados más comunmente incluyen vértigo posicional (también referido como BPPV, BPPN, o BPV), el mal de Meniere, infecciones del oído interno (llamadas laberintitis o neuronititis vestibular), daños causados por golpes en la cabeza (llamado síndrome de concusión de oído interno), hidropes endolinfáticos, y fístula perilinfática.

Otros desórdenes más raros incluyen tumores que crecen lentamente en el nervio vestibular (llamados neuromas acústicos) y desórdenes vestibulares asociados con desórdenes alérgicas o autoimunidad.

Sintomas
Los síntomas reportados más frecuentemente con los desórdenes vestibulares son: mareo, inseguridad o falta de equilibrio al caminar, vértigo, y náusea. Estos síntomas pueden ser muy leves, durando unos minutos, o pueden ser bastante severos, resultando en una incapacidad completa.

Debido a que el sistema vestibular se influye mutuamente con muchas otras partes del sistema nervioso, algunos síntomas se pueden confundir como si fuesen problemas con la visión, los músculos, el pensamiento, y la memoria.

Además, la gente con desórdenes vestibulares puede sufrir de dolor de cabeza y dolores musculares en el cuello y la espalda, una tendencia mayor a sufrir de mareo, y una sensibilidad mayor al ruido y a las luces fuertes. Los pacientes con desórdenes vestibulares suelen quejarse de cansancio, pérdida de fuerza y falta de concentración. Dificultades con la lectura y el habla pueden ocurrir durante estos tiempos de cansancio. Cuando estos síntomas son constantes y debilitantes, pueden ser acompañados por irritabilidad, pérdida de auto-estima, y/o depresión.

Estadisticas
Los desórdenes vestibulares ocurren frecuentemente y pueden afectar a gente de cualquier edad y cualquier ocupación.

Según los estudios de los Institutos Nacionales de Salud, 90 millones de norteamericanos (42% de la población) visitarán al doctor quejándose de mareo por lo menos una vez en su vida. Para millones de estas personas, la causa del problema se ubicará en el oído interno.

En 1988 un estudio nacional de salud médica ambulatoria encontró que 5,267,000 norteamericanos solicitaron ayuda médica a causa de mareos. Aproximadamente medio millón de estos pacientes se sentían incapacitados severamente por sus síntomas.

En términos de gastos médicos y la pérdida de productividad, el costo a la sociedad a causa de los desórdenes auditivos se desconoce.

Causas
Los traumas en la cabeza y síndrome de latigazo son las causas más frequentes de desórdenes vestibulares en la gente menor de 50 años.

Las infecciones del oído como la otitis media y la inflamación del oído interno (laberintitis) también pueden causar daño a las estructuras vestibulares y auditivas del oído interno.

Algunos viruses pueden causar desórdenes vestibulares.

Las dosis fuertes o el uso de ciertos antibióticos a largo plazo también pueden causar daño permanente al oído interno. Otras drogas, como la aspirina, la cafeína, el alcohol, la nicotina, los sedativos, y los tranquilizantes, como también las drogas ilegales, pueden causar mareo temporal pero no causan daño permanente en el sistema vestibular.

La disminución o el bloqueo de la corriente de sangre al oído interno (como en el caso de un ataque de apoplejía) también puede dañar el sistema vestibular.

Raramente, un tumor que crece lentamente en los nervios que conectan el oído interno con el cerebro (un neuroma acústico) puede interferir con la función normal del sistema vestibular.

Finalmente, las causas de algunos desórdenes vestibulares continúan siendo un misterio.

Diagnosis
Algunas pruebas desarrolladas desde 1984 han permitido a los médicos diagnosticar desórdenes vestibulares que no se podían documentar previamente. Las técnicas modernas de diagnóstico de desórdenes vestibulares consisten de una combinación de pruebas y una historia cuidadosa del problema.

Primero, se necesita hacer un examen físico completo para eliminar otras causas de mareo, como los desórdenes cardiovasculares o los desórdenes del sistema nervioso central.

Luego, al paciente se le debe referir a un especialista (un otorrinolaringólogo o neurólogo) para hacerle pruebas vestibulares. Debido a que el sistema vestibular está muy cerca del aparato auditivo, las pruebas vestibulares incluyen pruebas de audición.

Los movimientos del ojo suelen presentar manifestaciones del problema. Para registrar los movimientos del ojo, los médicos usan una técnica llamada electronistagmografía (ENG).

En la prueba de ENG, los electrodos están colocados alrededor de los ojos para registrar el movimiento eléctrico de los ojos. El paciente se coloca en diferentes situaciones para producir movimientos de los ojos de distintos tipos. Los movimientos están registrados en la máquina y el médico puede decidir si los movimientos son normales o anormales.

El equilibrio es un componente esencial del funcionamiento vestibular. Durante la prueba de equilibrio, se les puede pedir a los pacientes que se paren en unas plataformas especiales que registran el movimiento del cuerpo. Este tipo de prueba se le llama posturografía de plataforma movible.

Tratamiento
El tratamiento para los desórdenes vestibulares varían según la diagnósis. Lo que funciona en un caso podría empeorar otro.

En los casos menos severos, los síntomas pueden desaparecer por su cuenta mientras el aparato vestibular se recupera, o, a veces el sistema nervioso aprende a compensar el desórden.

En casos donde persisten los síntomas, algunos pacientes se curan completamente. Sin embargo, en otros casos persistentes, los síntomas se pueden controlar con tratamientos pero no eliminar completamente.

Los tratamientos pueden consistir de drogas, dietas, terapía física, o en los casos severos, cirugía.

Incapacidad
Aunque muchos desórdenes vestibulares son tratables, algunas personas con estos desórdenes encuentran que no pueden hacer trabajos a tiempo completo o a medio tiempo ni llevar a cabo actividades normales.

Tanto el Seguro Social como muchos de los beneficios laborables de incapacidad cubren la incapacidad severa o crónica causada por desórdenes vestibulares.

Estos pagos de incapacidad se pueden recibir solamente si los médicos certifícan los efectos incapacitatorios del desorden.

Los exámenes médicos y las visitas al médico pueden ayudar a determinar la existencia de la incapacidad. A los pacientes se les suele pedir que visiten a médicos específicos para hacerse pruebas. La persistencia y la atención al cumplimiento con todos los requisitos oficiales son importantes.

Suele ser útil que un representante legal, un trabajador social o un amigo ayude con el mantenimiento de los datos y el papeleo.

Ayuda disponible
Cualquier persona que se encuentre afectada por los síntomas del mareo o la falta de equilibrio debe ver a su médico de familia primero. Si se sospecha de desórdenes vestibulares, el doctor o la Asociación de Desórdenes Vestibulares pueden recomendar a un médico especializado en las enfermedades del oído interno, quien puede hacer las pruebas necesarias.

Los desórdenes vestibulares pueden sentirse como el desequilibrio momentáneo que uno siente cuando se baja de un carrusel. Sin embargo, también pueden ser más disruptivos o debilitantes.

Si usted o alguien que usted conoce sufre de desórdenes vestibulares, usted puede solicitar y encontrar ayuda.

La Asociación de Desórdenes Vestibulares está dedicada a ayudarle a encontrar médicos expertos, a distribuir información sobre estos desórdenes, y a proveer folletos y otras publicaciones informativas que le pueden educar y ayudar con sus sintomas.

Este documento no pretende sustituir el cuidado médico profesional.

This information was developed by the Vestibular Disorders Association and is herewith used with permission.

Vestibular Disorders Association. Desórdenes vestibulares. Available at: https://vestibular.org/sites/default/files/page_files/Desordenes%20vestiblares.pdf. Accessed December 5, 2017.

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